Drogodependencias en el adolescente. Actuación desde la consulta
Drogodependencias en el
adolescente.
Actuación desde la
consulta
Antonio Terán Prieto
Psiquiatra. Coordinador y responsable médico del Centro de Atención a
Drogodependientes San Juan de Dios.
Palencia
La última encuesta del Plan
Nacional sobre Drogas en jóvenes entre 14 y 18 años, “Uso de Drogas en
Estudiantes de Secundaria” (ESTUDES 2014-2015), muestra como el consumo de
drogas es una práctica habitual entre los jóvenes de nuestro país.
El problema es aún mayor al comprobar que
estos tienen una baja percepción de peligro en el uso de algunas de ellas, las
de consumo más habitual, como el alcohol, sin que se aprecie un cambio en su
forma de pensar en los últimos años. Los conocimientos actuales de las ciencias
de la salud, por el contrario, nos sitúan en una realidad muy diferente a la
percibida por los adolescentes-jóvenes. Los efectos tóxicos de las drogas
afectan, de una u otra forma, a los diferentes órganos y sistemas de nuestro
organismo, mucho más, si como en el grupo de edad que nos ocupa, estamos en un
momento de crecimiento y maduración física y psicológica de especial
vulnerabilidad.
La existencia de planes de prevención
destinados de forma específica a los adolescentes-jóvenes junto con la adecuada
formación de los profesionales de la salud en el diagnóstico y el tratamiento
precoz del consumo de drogas y de sus complicaciones asociadas evitarán la
progresión a la adicción y la presencia de patologías que interfieran en el
proceso madurativo y limiten la capacidad funcional y la calidad de vida de los
futuros adultos.
El consumo de drogas en la
población de adolescentes jóvenes de nuestro país es una práctica habitual
dentro de sus usos y costumbres relacionados principalmente con los tiempos y
espacios de ocio, lo que se ha dado en denominar “uso recreativo”.
Sin embargo, no por este uso
“festivo” están exentas de problemas y complicaciones. Las drogas actúan sobre
el sistema nervioso central de los jóvenes en un momento evolutivo en el que se
están produciendo cambios fundamentales en la transición a la vida adulta.
La adolescencia es un momento crítico en el
proceso de maduración que puede verse afectado por los efectos tóxicos de las
drogas provocando problemas físicos, psíquicos y los relacionados directamente
con los procesos de neuroadaptación cerebral origen de la enfermedad adictiva.
La detección y tratamiento del
uso y abuso de drogas pasa por ser uno de los problemas más complejos en la
práctica clínica diaria ya que a las características de la propia enfermedad
adictiva se suma, en la mayor parte de las ocasiones, la negativa del afectado
y/o el desconocimiento o rechazo del medio familiar del problema. En el caso
del paciente es frecuente escuchar afirmaciones del tipo: “en contadas
ocasiones”, “como todo el mundo”; “lo tengo controlado”; “puedo dejarlo cuando
quiera”; mientras por parte de los padres, ante los primeros signos y síntomas
de sospecha, la respuesta más habitual es minimizar y atribuirlo a: “cosas de
jóvenes, de la edad”; “la tontería, la edad del pavo”; “ya se le pasará “. El
conocimiento e identificación de los signos y síntomas relacionados con el
consumo de drogas es de gran utilidad para padres, profesores y médicos al
permitir un diagnóstico precoz del problema y posibilitar la intervención
inmediata que evite la cronificación del consumo y las complicaciones
asociadas.
La Organización Mundial de la
Salud define como droga “Toda sustancia que, introducida en el organismo vivo,
por cualquiera de los medios de administración clásicos o nuevos, es capaz de
modificar la actividad del sistema nervioso central y el comportamiento del
individuo receptor, así como crear una situación de dependencia o adicción”
1 . Existen múltiples
clasificaciones de las drogas entre las que hemos optado por una sencilla, que
incluye las drogas “clásicas”, que facilite la comprensión del texto y cumpla
con el objetivo de acercar al especialista en Pediatría al conocimiento del
fenómeno del consumo de drogas en los adolescentes.
Las drogas se agruparían en tres grandes
grupos: drogas depresoras (alcohol, opiáceos, barbitúricos e hipnótico-sedantes);
drogas estimulantes (cocaína, anfetaminas y xantinas) y drogas psicodélicas
(cannabis, alucinógenos, sustancias volátiles y metanfetaminas).
Frente a las drogas consideradas “clásicas”
existe un consumo cada vez más importante de las denominadas “drogas
sintéticas”, “drogas de diseño” o “drogas emergentes” con una amplia
distribución a través de internet, que ha llevado al Plan Nacional sobre Drogas
a la elaboración, por su comisión clínica, del documento “Drogas emergentes” en
el que se las define como “Conjunto de sustancias sintetizadas de forma
clandestina, con el propósito de producir, mediante variaciones en la
estructura química, efectos similares o más potentes que los de las drogas
clásicas y eludir el control normativo al que estas últimas están sometidas “ y
que se clasifican en: feniletilaminas y derivados de las anfetaminas,
triptaminas, piperazinas, pirrolidinofenonas, derivados de los opioides,
arilciclohexilaminas/ketamina, derivados de la metacualona, derivados
cannabinoides sintéticos (spice drugs) y GHB/GBL2 .
Su denominación podría llevarnos
a pensar que estamos ante “drogas nuevas”, sin embargo, nada más lejos de la
realidad. Por lo general se trata de sustancias sintetizadas por la industria
farmacéutica a finales del siglo XIX y principios de siglo XX que han ido
resurgiendo en la medida que no están incluidas en las listas de sustancias
estupefacientes, no están fiscalizadas internacionalmente y por tanto no son
ilegales.
El consumo de estas drogas por los jóvenes
españoles es experimental y sus usuarios suelen ser consumidores de drogas
legales e ilegales, con baja percepción de riesgo y una alta percepción de
disponibilidad. Los varones las consumen con más frecuencia que las mujeres y
su uso aumenta con la edad.
El problema del consumo de estas drogas por
los jóvenes radica en la ausencia de estudios toxicológicos que aporten
información veraz sobre las consecuencias para la salud más allá de las
existentes en internet con claros intereses comerciales.
EPIDEMIOLOGÍA
A pesar del interés despertado en los últimos
años por las “nuevas drogas”, no debemos perder el foco de atención sobre las
sustancias de uso más habitual en nuestro entorno y que son la causa de la
demanda de atención en la consulta, bien por los problemas directos de su uso o
por las complicaciones asociadas.
La Encuesta sobre el Uso de
Drogas en Estudiantes de Secundaria entre 14-18 años (ESTUDES 2014-2015) del
Plan Nacional sobre Drogas , en la que se incluyen un total de 37 486
estudiantes de 941 centros educativos públicos y privados nos acerca a la
realidad del consumo de drogas de los adolescentes-jóvenes en el momento
presente.
Los resultados de la encuesta realizada cada
dos años desde 1994 son concluyentes:
■
Aunque se observa un descenso en el consumo de todas las drogas, tabaco,
alcohol y cannabis siguen siendo las más consumidas por los estudiantes
españoles. Le siguen por este orden: hipnótico-sedantes (con y sin receta),
cocaína, éxtasis, alucinógenos, anfetaminas, inhalables volátiles y heroína.
■
Los hombres consumen drogas ilegales en mayor proporción que las mujeres entre
las que está más extendido el uso de drogas legales: tabaco, alcohol e
hipnótico-sedantes.
■
La prevalencia del consumo de alcohol entre los adolescentes-jóvenes sigue
siendo muy elevada a pesar de detectarse un descenso en el consumo, más acusada
para los consumos intensivos (borracheras y atracones). El 78,9% de los
estudiantes han probado el alcohol alguna vez en la vida. El 76,8% han
consumido en el último año y el 68,2% lo ha hecho en el último mes. El
porcentaje de jóvenes que beben se incrementa los fines de semana. Uno de cada
tres escolares ha consumido alcohol en forma de “atracón” en los últimos
treinta días y el 57,6% han participado alguna vez en un “botellón” en los
últimos doce meses, patrón de consumo que aumenta con la edad. Finalmente, las
mujeres consumen alcohol en mayor proporción que los hombres, al tiempo que el
porcentaje de chicas que se emborrachan es mayor que el de los chicos.
■
El consumo de tabaco mantiene una caída
continua desde hace aproximadamente diez años, reduciéndose en cerca de un 60%.
A pesar de ello, en el último año 137 000 escolares se iniciaron en el consumo
de esta sustancia.
■
Los hipnótico-sedantes siguen
siendo consumidos en mayor frecuencia por las chicas que duplican a los chicos
(13,8% vs. 7,7%), diferencias que se incrementan con la edad. A pesar de ello
se aprecia un descenso en el consumo de estas drogas con y sin receta.
■
El cannabis sigue siendo la droga ilegal más utilizada por los jóvenes a pesar
de haberse reducido el consumo en la última década en más del 33%. Tres de cada
diez estudiantes han probado cannabis alguna vez en su vida y uno de cada
cuatro lo ha consumido en el último año. El consumo problemático está más
extendido entre los varones y aumenta con la edad (del 7,9% a los 14 años al
18,2% a los 18 años). Sin embargo, la encuesta refleja un descenso de esta
forma de consumo de dos puntos. Los hombres consumen cannabis en mayor
proporción que las mujeres en todos los grupos de edad.
■
El consumo de cocaína no
muestra cambios significativos respecto de la encuesta realizada hace dos años. El 3,5% ha consumido cocaína
alguna vez en la vida, el 2,8% en el último año y el 1,8% en los últimos
treinta días.
■
Anfetaminas, alucinógenos, éxtasis e inhalables mantienen la
tendencia decreciente de encuestas anteriores, situándose en el nivel más bajo
de la serie histórica. El consumo de heroína se produce en el 0,5% de los
encuestados.
■
Las drogas emergentes habían sido consumidas por el 4% de los escolares alguna
vez en su vida con la siguiente distribución por droga: spice (0,8%), ketamina
(0,7%), salvia (0,7%) y mefedrona (0,5%).
MOTIVACIONES DE LOS JÓVENES PARA EL CONSUMO DE DROGAS
Son múltiples las motivaciones esgrimidas por
los jóvenes para justificar el consumo de drogas. La encuesta realizada por The
European Opinion Research Group a principios del siglo XXI en jóvenes europeos
(Eurobarómetro) destacaba los motivos siguientes: curiosidad (61,3%); presión
de grupo (46,6%); búsqueda de emociones (40%); efectos esperados (21,5%) y la
existencia de conflictividad familiar (29,7%)4 ; en gran medida semejantes a
las señaladas por Navarro en los jóvenes de nuestro país quince años antes y en
las que también se incluían el hedonismo, las modas, la desmotivación y falta
de expectativas y la existencia de trastornos mentales.
DEL
CONSUMO EXPERIMENTAL A LA ADICCIÓN A DROGAS
¿Qué factores son los que
influyen en el desarrollo de la adicción? ¿Qué hace a unos jóvenes diferentes a
otros en su relación con las drogas?
Son preguntas que de forma
permanente nos hacemos los profesionales que trabajamos en el campo de las
drogodependencias al objeto de encontrar las claves en el desarrollo de programas
preventivos eficaces.
El National Institute on Drug Abuse (NIDA)
señala un conjunto de factores de
riesgo: biológicos-genéticos, ambientales y relacionados con las
características de las drogas, que influyen en el consumidor favoreciendo el
desarrollo de cambios cerebrales (neuroadaptación) origen de la adicción. Entre
todos ellos, subraya en los adolescentes-jóvenes los factores de riesgo
siguientes: comportamiento agresivo temprano, habilidades sociales deficientes,
ausencia de supervisión parental, consumo temprano de drogas, disponibilidad y
fácil acceso a las drogas, y pobreza.
CONSECUENCIAS ASOCIADAS AL CONSUMO DE DROGAS
Existe una amplia literatura
médica con el máximo nivel de evidencia científica que relaciona el consumo de
drogas con todo tipo de problemas de salud, familiares, sociales, económicos,
judiciales, etc. Los adolescentes jóvenes no son ajenos a ellas y, por el
contrario, son especialmente vulnerables por el momento madurativo en el que se
encuentran. En el área de la salud, debido a que los tiempos de consumo no
suelen ser prolongados, encontraremos principalmente cuadros de intoxicación
aguda relacionados con las dosis utilizadas o la mezcla de drogas, y reacciones
adversas inesperadas asociadas a susceptibilidad individual o patologías
preexistentes. El cuadro clínico puede ser predominante orgánico: anorexia,
taquicardia, arritmias, convulsiones, vómitos, hipertermia, fallo hepático,
coma, etc.; o psicopatológico: ansiedad, pánico, agresividad, psicosis, etc. No
debemos olvidar que de estas situaciones pueden producirse complicaciones
potencialmente letales. El consumo más prolongado se manifiesta por síntomas
que afectan a apetito, al sueño, al rendimiento cognitivo, al estado de ánimo,
al comportamiento, etc.
DIAGNÓSTICO: SIGNOS Y SÍNTOMAS DE SOSPECHA
Con frecuencia los padres relatan
en la consulta todo un listado de signos, síntomas y cambios de actitud que
observan en el adolescente como novedosos que, con frecuencia, se asocian al
consumo de drogas y pueden ayudarnos en la aproximación diagnóstica. En ningún
caso pueden considerarse patognomónicos y si orientativos. El NIDA resume estos
hallazgos en los apartados siguientes: desempeño escolar, interés y motivación
en las actividades, rutinas cotidianas, selección de amigos, personalidad,
comportamiento, objetos no habituales en las pertenencias del adolescente-joven.
De cualquier forma, debemos confirmar la existencia del consumo de drogas a través
de pruebas objetivas como son las de laboratorio que permiten la detección en
diferentes muestras orgánicas: sangre, orina, fluidos orales, sudor, pelo y
uñas, etc. En la elección de uno u otro método de análisis tendremos siempre en
cuenta la persistencia de la droga en la muestra. Lo más habitual
. Signos y síntomas de sospecha de consumo de drogas. NIDA 20018
Desempeño escolar: malas
calificaciones, faltas a clase, mal comportamiento Interés en actividades:
pérdida de interés en pasatiempos habituales, deportes y/o actividades
favoritas Rutinas cotidianas: comiendo demasiado o dejando de comer, durmiendo
demasiado o dejando de dormir Selección de amigos: cambiando de amigos, o
juntándose con jóvenes que se sabe que utilizan drogas Personalidad: mal humor,
nerviosismo, agresividad o rebeldía persistente Comportamiento: cerrando con
llave su cuarto, cajas, etc. Hallazgos entre sus cosas de: • Papeles para liar
cigarrillos, pipas • Frascos pequeños de medicinas, pastillas, comprimidos con
adornos • Envoltorios de papel con múltiples dobleces, bolsitas de celofán, etc. por su rapidez y seguridad es el control de
orina, aunque, recientemente, se han incorporado por la Dirección General de
Tráfico los analizadores de fluidos orales.
TRATAMIENTO
Durante mucho tiempo las adicciones han sido
consideradas “enfermedades huérfanas” debido a que son escasos los tratamientos
farmacológicos específicos, reduciéndose su utilización al control de síntomas.
Por otra parte, las técnicas psicoterapéuticas no contaban con las evidencias
científicas suficientes. En definitiva, la intervención era muy limitada. Los
avances experimentados en las ciencias de la salud de los últimos años han
propiciado el desarrollo de protocolos de tratamiento en los diferentes momentos
de la adicción y de sus complicaciones que abren una puerta a la esperanza. En
todos los casos se trata de intervenciones multiprofesionales y
multidisciplinares en las que se incluyen lo biológico, lo psicológico, lo
social y todas aquellas áreas implicadas en la adicción. Especial relevancia
han adquirido en los últimos años los programas de prevención con una amplia
implementación en nuestro país. El dicho popular de “más vale prevenir que
lamentar” adquiere su máximo significado en el fenómeno de la droga. Un
elemento de capital importancia a la hora de tratar con éxito un problema de
drogas es valorar el estadio del cambio en el que se encuentra el afectado
(Prochaska y Di Clemente).
Este marcará la conciencia de
problema-enfermedad, la motivación e implicación en el tratamiento y la
disposición para el cambio. Cada uno de los estadios: pre contemplación,
contemplación, preparación para la acción, acción y mantenimiento, orientarán
la negociación con el paciente y la determinación de objetivos a cumplir. En
los adolescentes-jóvenes lo más habitual es que nos encontremos en situación de
pre contemplación, es decir; obligados a la consulta por los padres, con
ausencia de conciencia de enfermedad problema, negando el consumo o
minimizándolo y rechazando cualquier posibilidad de cambio y tratamiento. Es en
este momento cuando adquiere una gran importancia en la aproximación al
adolescente-joven la entrevista motivacional.
RECOMENDACIONES
Para concluir con este breve
repaso a los problemas de drogas en los adolescentes-jóvenes y su abordaje
desde la consulta del pediatra describiremos de forma resumida lo que puede
hacerse y lo que debe evitarse.
El pediatra en su práctica
clínica con jóvenes adolescentes puede:
■
Detectar, captar y motivar para la consecución de un plan terapéutico completo. ¡La importancia del primer
contacto!
■
Informar y orientar sobre las posibilidades de tratamiento.
■
Desintoxicar en los casos de consumos no complicados y que exista un adecuado
apoyo familiar.
■
Derivar a dispositivos específicos de tratamiento de las adicciones.
■
Detectar, tratar y seguir, en colaboración
con otras especialidades, las patologías físicas y psíquicas asociadas al
consumo de drogas.
■
Educación para la salud al
objeto de minimizar los riesgos y daños asociados al consumo de drogas.
■
Información, apoyo y
asesoramiento a la familia del adolescente consumidor de drogas. Al mismo
tiempo debe evitar:
■
Mostrar rechazo o una actitud enjuiciadora o moralizante.
■
Ver al consumidor como un problema de la asistencia especializada en el que no
tiene nada que hacer.
■
Evitar paternalismos.
■
Presentar una actitud compasiva o complaciente con el fin de evitar
enfrentamientos o problemas en la consulta.
■
Prescribir psicofármacos sin
ningún tipo de control
BIBLIOGRAFÍA 1. Organización Mundial de la Salud. Neurociencia del
consumo y dependencia de sustancias psicoactivas. Organización Panamericana de
la Salud; 2005. [Fecha de acceso 27 dic 2016]. Disponible en http://bit. Ly/1pZW8Mp
2. Comisión Clínica de la
Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Drogas emergentes.
Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Secretaria General de
Política Social e Igualdad. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre
Drogas. Madrid; 2011.
3. Delegación del Gobierno para
el Plan Nacional sobre Drogas. Encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas
secundarias en España (ESTUDES 2014/2015). Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad. Madrid; 2016.
4. The
European Opinion Research Group. Attitudes and Opinions of Young people in the
European Union on drugs. European Comission, Eurobarometer 57.2; 2002.
5. Navarro J. Motivaciones y
factores de riesgo en el consumo de drogas. Reinserción social y
Drogodependencias. Asociación para el Estudio y Promoción del Bienestar Social.
Madrid; 1987.
6.
National Institute on Drug Abuse (NIDA). Drugs, brains and behavior. The
science of addiction. National Institutes of Health U.S. Department of Health
and Human Services. 2008.[Fecha de acceso 27 dic 2016].
7. Terán A. Detección del consumo
de drogas en la edad escolar. En: Gil Verona JA. Problemas médicos en la
escuela y su entorno. 2.ª ed. Universidad de Valladolid. Madrid: Editorial
Panamericana; 1999. p. 189-202
Drogodependencias en el
adolescente. Actuación desde la consulta Antonio Terán Prieto Psiquiatra.
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